Como día del kinesiólogo/a se darán 5 actividades que puedes hacer en casa para mantenerte en forma durante el confinamiento por el COVID-19.
Si estás en confinamiento a causa del brote de COVID-19, ya sea por mandato de las autoridades o por decisión propia, no debes salir de casa. Pero eso no significa que debas dejar de moverte.
Si te sientes lo suficientemente bien, es importante usar el movimiento y la actividad física como una forma de romper la rutina.
«Es importante que nos demos cuenta de que es un periodo estresante para el cuerpo, así que tenemos que cuidarlo».
Ahora mismo es importante que nos mantengamos activos en casa, pues la actividad física influye en cómo manejamos el estrés.
Nos hace sentir bien, nos ayuda a pensar mejor, tomamos mejores decisiones. Incluir algo de actividad en tu rutina puede ayudar con la productividad y la actividad física también mejora nuestra inmunidad.
1. Aprovecha cualquier tarea doméstica para moverte:
Si estás muy ocupado o tienes muchas cosas que hacer en casa y sientes que no te dejan tiempo para ejercitarte, pues puedes incluir algo de ejercicio al cumplir con esas tareas.
«Busca oportunidades para moverte en tus tareas diarias».
Por ejemplo, si estás poniendo la vajilla en el lavaplatos, puedes elevar los talones y quedarte en puntas de pie, o hacer sentadillas mientras pones ropa en la lavadora y en la secadora.
Si estás viendo la tele, haz sentadillas o planchas en los comerciales, si recibes o haces una llamada telefónica, trata de estar parado o caminar mientras conversas.
2. Haz ejercicios con los muebles de tu casa:
Si crees que no puedes hacer ejercicios porque no tienes en casa máquinas propias de un gimnasio, pues te equivocas.
- Ejercicios de tríceps con una silla
Siéntate en el borde de una silla sosteniéndote con las manos también en el borde. Coloca los pies frente a ti (con las piernas dobladas en 90º o rectas, para hacerlo más difícil) y baja el tronco doblando los codos en un ángulo de 90º y vuelve a empujar hacia arriba.
- Planchas sobre la mesa o sobre un mostrador
Las planchas inclinadas se pueden hacer sobre cualquier mueble de la casa: una mesa, una cama, una silla o incluso en una pared.
Si quieres usar una mesa, apóyate con las manos y los brazos rectos sobre el borde de la mesa, con el cuerpo recto y las piernas estiradas detrás de ti.
Baja el tronco, flexionando los codos y manteniéndolos pegados al cuerpo, y luego vuelve a empujar hacia arriba.
- Sentadillas con la pared
Si tienes una pared con un espacio lo suficientemente grande, apoya la espalda en ella y siéntate como lo harías en una silla, con las piernas flexionadas en 90º.
Aguanta la postura unos segundos y sentirás tus piernas trabajando.
- Abdominales con una toalla
Coloca la parte baja de la espalda en contacto con el suelo, las rodillas dobladas y las manos detrás de las orejas. Impulsa los hombros hacia arriba, unos siete centímetros. Baja y repite el movimiento unas 15 veces.
3. Usa objetos caseros como pesas:
Hay muchos elementos de la casa que pueden usarse como pesas para hacer ejercicios, como las botellas de agua o de leche, o incluso los envases de detergente, entre otros.
Con estos objetos podes hacer infinidades de ejercicios combinables, por ejemplo, mientras haces sentadillas podes incorporar las botellas de agua haciendo flexiones con los brazos.
4. Sube y baja escaleras:
Las escaleras pueden ser tus «mejores amigas» si buscas realizar actividades cardiovasculares.
Si estás llevando algo a un piso superior, aprovecha para subir y bajar un par de veces más, también puedes saltar la soga tres o cinco minutos a lo largo del día.
Si no tienes una soga, puedes saltar sin ella, o puedes trotar en tu sitio, o hacer cualquier otra cosa que aumente tu ritmo cardíaco, también se recomiendan juegos activos que impliquen correr o poner música y bailar.
5. Practica la respiración diafragmática:
«En ese momento sentimos que no tenemos mucho control de lo que está pasando. El estrés es real y no va a desaparecer».
Así que a veces tomarse un momento para realizar la respiración diafragmática puede ser muy calmante.
La gente suele respirar desde el pecho. La respiración diafragmática ocurre cuando al inhalar, se infla el vientre, no el pecho. Cuando exhalas, el vientre baja a su nivel normal.
Esta respiración puede ser muy beneficiosa para calmar el sistema nervioso, el cuerpo.
Se puede hacer en cualquier momento, en cualquier lugar, es una gran técnica de relajación. No tienes que estar ejercitándote para practicarla.
Florencia Uceda – Lic. en Kinesiología ( MP 7773)
Consultas: 3543-304439
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