Terminando el año con alertas, en el día de ayer, 29 de diciembre, ocurrió un fuerte temporal de lluvia en la provincia de Córdoba, y particularmente en el corredor de Sierras Chicas. Para los residentes de las distintas localidades del corredor, estas situaciones causan grandes preocupaciones, tras lo ocurrido en el 2015, cuando ocurrió una inundación que dejó a muchos ciudadanos en situación de calle, de haber perdido todo; una situación desesperante que más allá de lo material, implicaba el riesgo de la vida misma. Muchas fueron las familias evacuadas, un escenario de destrucción y tristeza, pero también de muchas manos solidarias que decidieron ayudar a los vecinos, tanto en la limpieza de sus hogares como también proveyéndolos de las necesidades básicas e indispensables.
¿Se podría haber evitado? Por supuesto que sí. Catástrofe climática que con un poco de voluntad de los municipios, con preparación adecuada e inmediata, podría haber evitado semejante acontecimiento.
Después de lo ocurrido, los municipios y sus funcionarios, pusieron en agenda el mantenimiento y cuidado de los ríos, arroyos y las costaneras a lo largo y ancho de las Sierras Chicas, pero también estar alerta a los pronósticos climáticos. Es esta ocasión, fueron en Río Ceballos más de 170mm los que cayeron en muy poco tiempo, con la fortuna que fue sobre la cuenca baja, y no sobre la cuenta alta, pudiendo mantener así los niveles normales del Dique La Quebrada. Pocas fueron las familias evacuadas.
Pero no sólo debemos plantearnos sobre las funciones y acciones que llevan los gobiernos frente a esto y la toma de conciencia que después, sólo después del 2015, tomaron, sino también de nosotros mismos como ciudadanos. Las cuestiones ambientales son un punto muy importante del cual debemos tomar conciencia, entre ellos, la basura. Todos los desechos que tiramos a la calle, a algún lugar van a parar, y esos lugares principalmente son los ríos, los arroyos y los desagües. Frente a una situación extrema, de gravedad, de grandes precipitaciones, la basura juega un papel muy importante, ya que obstaculiza los caudales y la situación empeora.
El grano de arena, que diariamente podemos aportar, marca la diferencia.
Frente a la deforestación que se vive en los últimos años, sobre todo, en estas zonas, la plantación de árboles, principalmente nativos, también contribuye a mejorar la absorción del agua en el suelo.
Comprometernos, y comprometer a los municipios, a continuar con la toma de conciencia y llevar adelante acciones de forma conjunta que permitan mejorar nuestro medio ambiente, disminuirá las probabilidades de vivir otro desastre y convivir en armonía con nuestro lugar y prevenir accidentes.