Los beneficiarios del Plan Semilla en La Calera sumaron otro grave problema. Además de seguir sin recibir sus casas, las 20 familias a las que les adjudicaron viviendas sociales tuvieron que lidiar con un intento de usurpación.
Cinco de las construcciones fueron ocupadas a lo largo de las últimas semanas. Policía, Gendarmería e Infantería tuvieron que intervenir y llevar adelante los desalojos.
El intendente de la localidad, Fernando Rambaldi, se refirió al ataque a las propiedades y sumó una nueva denuncia contra la gestión anterior. “Fueron enviados por el exintendente”, aseguró en referencia a quienes tomaron las unidades.
A su vez, sostuvo que “los mismos usurpadores lo dijeron”. Y agregó: “Hubo una organización, cayeron con fletes para instalarse”.
Ante esto, Rambaldi sugirió a las familias que empiecen a ocupar las viviendas y se muden cuanto antes. Cabe señalar que las construcciones siguen sin estar terminadas y no cuentan con las conexiones a servicios esenciales: no tienen luz, gas, agua ni pozos negros o cloacas.
“No es digno vivir en esas condiciones. Tengo que hacer modificaciones a la vivienda y eso va a salir de mi bolsillo”, comentó una de las vecinas. “Es imposible venirse ya porque hay que comprar todo: el baño, los cables que se robaron, la mesada, ¡todo!”, indicó otra.
El intendente admitió que “no hay condiciones de habitabilidad” pero justificó su postura al asegurar que no encuentran una solución aparente en el corto plazo. “Es muy sencillo: o habitan las casas o la gente que vino a ocuparla… Estamos en un brete pero yo prefiero defender a los 20 vecinos”, comentó.
En esa línea, volvió a apuntar contra la gestión de Facundo Rufeil, quien lo precedió en la intendencia. Negó que las obras estuviesen concluidas en un 88% como sostuvo en su momento el exmandatario y aseguró que, según un informe realizado por un equipo de ingenieros y arquitectos, recibieron la casas con un avance de entre el 60% y 63%.