La localidad de La Calera, se encuentra inmersa en un escándalo político que ha paralizado su órgano legislativo y dificulta la gobernabilidad. Denuncias de sesiones irregulares, concejales supuestamente influenciados por exmandatarios y acusaciones cruzadas entre el oficialismo y la oposición han marcado los últimos meses.
El bloque «Juntos por Calera», afín al intendente Fernando Rambaldi, ha solicitado la expulsión de la concejal radical Analía Marcos, alegando que fue cooptada por dirigentes ligados a Rodrigo Rufeil, exintendente de la localidad. Se ha tramitado una denuncia para investigar supuestos pagos u ofrecimientos de dinero por parte de Rufeil, lo que ha exacerbado la tensión política.
El oficialismo acusa a la oposición, liderada por Rufeil, de obstaculizar el funcionamiento del Concejo Municipal, impidiendo la aprobación de ordenanzas necesarias para la administración de Rambaldi. La falta de quórum desde febrero ha paralizado las sesiones, generando un estancamiento en la gestión municipal.
Ante la imposibilidad de remover a Marcos del Concejo por ser un cargo electivo, se busca que no sea considerada parte del oficialismo y pueda integrar un bloque independiente u opositor, permitiendo así la normalización de las sesiones y el debate de las ordenanzas necesarias para el gobierno de Rambaldi.
La situación se ha judicializado, con la oposición presentando una cautelar al Tribunal Superior de Justicia para retrotraer la proclamación de Marcos como presidenta del Concejo. La respuesta del TSJ ha agudizado el conflicto, con el oficialismo solicitando que la Justicia no intervenga en un asunto que consideran de índole política.
La próxima semana se espera un desenlace en esta crisis política, que ha dejado al descubierto las tensiones y rivalidades en el ámbito político de La Calera.
