El conflicto en Casa Bamba continúa y el acampe de algunos vecinos ya superó los cinco meses. Con denuncias y acusaciones, la historia no terminó.
El conflicto se hizo visible luego de los incendios sufridos en agosto del año pasado, cuando la comunidad había quedado atrapada entre el caudal del Río Suquía y el portón de la propiedad privada, cerrado, del empresario Roberto Camarasa.
A partir de allí, un grupo de vecinos comenzó con el acampe al costado de la Ruta E-55 pidiendo dos cosas: el libre acceso y circulación por el camino, quitando el portón que lo obstaculiza y, la creación de una pasarela que permita cruzar el río.
Entre tire y afloje, el gobierno municipal de Facundo Rufeil, colocó la pasarela y habría comprometido a Camarasa la libre circulación, aunque al tratarse de propiedad, continúa con guardias privadas de seguridad.
Julio Barrionuevo, ante esto, declaró que continúa sin garantías la libre circulación y que la “justicia”, luego de diversas denuncias, “no dio respuesta alguna”.
Y agregó: “No hace falta mucho discutir un camino, que ha tenido por uso y costumbre más de 100 años. Con un pueblo anegado al libre acceso del lugar bloqueando el camino con un portón una guardia, clavos, cámaras, que deciden quién entra y quién sale”.
Asimismo aseguró que “el empresario tiene control del camino. Un día a un vecino lo dejan entrar, a los familiares o al turista y otros días no. La comunidad vive del turismo y al turista no lo dejan entrar. A unos sí, a otros no. No sabemos si es para sembrar alguna discordia”.
A su vez, afirmó que ya están “cansados” y que esperan “una respuesta a favor por parte del municipio, de la justicia”, dijo Julio, aunque yendo a las jurisdicciones, no sería el municipio quien debe afrontarlo.
Desde los vecinos que llevan adelante la protesta, hacen responsable tanto al intendente como al gobernador de la situación “es su tarea de venir y escuchar al vecino sus reclamos. No llevamos 5 meses con un acampe, venimos con dos años de lucha más un acampe que lleva más de 5 meses”.
En lo que respecta a la colocación de la pasarela, el vecino expresó que “ha quedado a media terminar, hace más de tres meses que no volvieron nunca más”. Y continuó: “La instalaron pero es un peligro pasar por ahí”.
Otra de las problemáticas que expuso Julio, es la referida al medioambiente. “Estamos ante una reserva hídrica, natural, recreativa, es una fábrica de agua potable, es un pulmón”, con una “gran biodiversidad”.
Y “este empresario pretende volar dos cerros que están a metros de la comunidad, de las casas,el río que lo contaminaría aún más”, dijo Julio.
En este sentido, pide que “el empresario recapacite”, porque además este hecho traería “enfermedades varias, como respiratorias” y, si después de los incendios sufrieron aludes, con la cantera “quedaríamos sepultados bajo piedras”.
Sin embargo, aclaró que aún las habilitaciones provinciales no están realizadas.
Por su lado, Rufeil expresó: “yo ya cumpli con Casa Bamba, con las familias originarias”, de las cuales detalló ser 60. “Ya hicimos la pasarela y el portón está abierto y controlado”.
En lo que respecta a la pasarela, el mandatario detalló que fue terminada y se está utilizando.
“Antes había un fundamento, me preocupaba porque la gente no podía cruzar.
Le pusimos la pasarela, le limpiamos el camino, le hicimos un camino,
controlado, pero pueden entrar y salir”, dijo Rufeil.
En cuanto al camino ancestral que mencionan los vecinos, Rufeil expresó: “El acceso es privado, no es público. Es un terreno privado. No sale en ningún lado que es público”.
“Si fuese público, ya hubiésemos resuelto el problema, lo hubiésemos resuelto hace rato, pero no figura en ningún lado”. Asimismo, el intendente afirmó que comprometió al empresario al libre tránsito.
Por otro lado, señaló que en Casa Bamba “hay cuatro familias que viven del turismo y a las cuatro les conseguimos trabajo en el ferrocarril”.
“Los permisos los da ferrocarril”, porque dependen de Nación, “y el intendente peleó para que esas cuatro familias sigan trabajando ahí”, dijo el mandatario.
En cuanto a la intervención de los cerros, Rufeil dijo: “escapa de mi, porque lo apruebe Ambiente y Minería de la provincia. Camarasa para hacer algo tiene que tener las aprobaciones”, de ambas. “Mientras tanto no va a poder hacer nada”.
“Lo único que le agregamos nosotros es que tiene que dejarles a la gente un camino público el día que lo aprueben”, es decir, que “el día que el propietario quiera hacer algo tiene que abrir el camino público”, por intervención municipal al conflicto.
Frente a este escenario, Rufeil indicó que como municipio actuaron porque así lo decidieron, ya que en ninguna de las situaciones tiene injerencia. “La pasarela no correspondía porque la ribera del río y el río no es jurisdicción municipal, es provincial”.
El “Ferrocarril es nacional”, sin embargo “se limpio el desagüe que hace más de 20 años no se limpiaba”. El camino “es privado”, pero el municipio “se comprometió a que cualquier cosa que quisiera hacer Camarasa, para que si le dan el permiso a la vez tiene que hacer un camino público”.
Lo mismo pasa con la actividad minera, correspondiente al gobierno provincial.