La municipalidad llevó a cabo un operativo significativo en cumplimiento con la ordenanza de control de ruidos molestos, que regula los niveles de decibeles permitidos para vehículos. La acción conjunta con Gendarmería, Policía y Seguridad Ciudadana resultó en la destrucción de una treintena de escapes de motos y autos.
Felipe Crespo, secretario de gobierno municipal, informó sobre el procedimiento: “Las motos que transgreden la ordenanza son retenidas, se les retira el escape y no se les devuelve el vehículo hasta que traigan uno original o habilitado. Además, deben pagar la multa correspondiente, que incluye la estadía en el corralón municipal”.
Los artefactos decomisados son acumulados y posteriormente destruidos con una aplanadora municipal, asegurando así que no puedan ser reutilizados. «No es fácil, las motos evitan los controles cuando saben que van a ser detenidas. En muchos casos no tienen documentación y corren el riesgo de perder la moto. Por eso intentamos hacer los operativos de manera sorpresa», destacó Crespo.
El funcionario también mencionó que en barrios como Las Polinesias y La Cruz, los vecinos han expresado que el ruido se vuelve insostenible a determinadas horas, lo que ha motivado la planificación de futuros operativos en estas áreas.
























