Te presentamos esta segunda nota sobre aquello que hay de cierto y aquello que no, en el mundo de la alimentación. La Licenciada en Nutrición Paola Tosolini (M.P: 2936), nos ayuda a despejar algunas dudas.
Los productos Light no engordan
La palabra «light» significa que el producto que elegimos tiene una reducción de alguno de sus nutrientes en comparación a su versión original. Puede denominarse «light» a un alimento que es reducido en azúcar, sodio o grasas. Esto no quiere decir que no contenga dichos nutrientes. Lo ideal es leer la información nutricional de lo que se desea consumir.
Por otro lado, debemos tener en cuenta que si el objetivo es bajar de peso, hay que ingerir un número menor de calorías de las que se gastan diariamente. Por ende, se debe tomar recaudo con el excesivo consumo de productos que dicen ser «light» que, aunque en menor medida, también aportan calorías. Lo ideal es ingerir alimentos de manera saludable, variada, cuidando el tamaño de las porciones y no olvidarnos que la actividad física forma parte de una vida sana.
Comer rápido hace que aumentemos de peso
Debido a la falta de tiempo y la vorágine laboral, no dedicamos a la alimentación el tiempo que merece, y mucho menos lo hacemos a conciencia, sintiendo y conectando con lo que nuestro cuerpo necesita.
Las señales químicas que el estómago e intestino envían al cerebro para informarle que se ha consumido la cantidad suficiente de alimentos, suponen un cierto intervalo de tiempo. Comer rápidamente, de manera automática y sin prestar atención al momento, hace que la cantidad de calorías ingeridas sea mayor a las que realmente necesita nuestro cuerpo y, por lo tanto, puede contribuir al aumento de peso.
Para evitar dicha situación, es necesario dedicarnos el tiempo para saborear y disfrutar del alimento, masticar cada bocado, en un ambiente agradable y sin estrés, dejando las preocupaciones y requerimientos a un lado. De esta manera consumiremos lo que nuestro cuerpo necesita, y nuestra digestión y absorción de nutrientes será mucho más saludable y beneficiosa.
Congelar los alimentos elimina nutrientes
Existe la falsa creencia de que congelar alimentos elimina nutrientes. Por el contrario, es un proceso que se realiza para evitar la degradación del alimento y, por consiguiente, la pérdida de nutrientes. Cabe destacar que para que sea un proceso seguro no debemos romper la cadena de frío.
Si un alimento se descongela, no debemos volver a congelarlo, ya que puede causar problemas digestivos debido a la multiplicación de bacterias. El descongelado debe ser de manera gradual. Una buena forma es bajarlos del freezer a la heladera.
Aunque tengamos un alimento congelado, no quiere decir que pueda estar ahí indefinidamente. Cada uno tiene un tiempo de «permanencia» en el congelador.