Las creencias y mitos populares en relación a la alimentación, son abundantes y muchos de ellos falsos. Aun así, perduran en el tiempo. La Licenciada en Nutrición Paola Tosolini (M.P: 2936), nos ayuda a despejar algunas dudas. Veamos qué hay de cierto y qué no, en esta primera parte de la nota.
Las vitaminas… ¿engordan?
Las vitaminas son nutrientes que no aportan energía, por lo tanto, tampoco calorías. Siendo esto así, es imposible que nos hagan subir de peso. La función de tales en nuestro organismo es vital para mantenernos sanos. Cuando la alimentación es deficiente en cuanto a variedad o cantidad de ingesta diaria, es posible que aparezcan carencias vitamínicas. En tales situaciones, suelen recomendarse suplementos cuyas cantidades varían según corresponda, ya que depende de muchos factores tales como sexo, edad, enfermedad, entre otros.
Una persona que lleve una alimentación variada y equilibrada, puede cubrir sus necesidades de vitaminas y de minerales sin necesidad de llegar a la suplementarias.
No comer, ¿ayuda a bajar de peso?
Por el contrario de lo que se cree, cuando se saltean comidas o generan largos ayunos en el día, nuestro organismo interpreta una «situación de hambre o escasez». Entonces, se prepara guardando reservas de grasa como medida preventiva para sobrevivir. Por lo tanto, dejar de comer no ayuda a bajar de peso: puede hacernos aumentar, ya que vuelve el metabolismo más lento.
Se recomienda la ingesta de cuatro comidas al día, es decir, cada tres o cuatro horas. Si una persona permanece mucho tiempo sin incorporar alimentos durante períodos largos, el cuerpo adopta una posición de «estado de alerta». El organismo utiliza las reservas de glucosa que tiene para que los órganos trabajen, se producen más células de grasa y mayor tejido adiposo.
Uno de los pilares fundamentales para llevar una alimentación saludable, es mantener una ingesta regular de alimentos a lo largo del día. De esta manera, nos sentiremos satisfechos por más tiempo y ayudaremos a mantener activo nuestro metabolismo.
Los productos integrales, ¿tienen menos calorías?
Los productos panificados con harina blanca suelen contener cantidades muy similares de calorías que la versión integral. Lo que los diferencia, es que los productos integrales poseen una proporción mayor de fibra.
Esta última es beneficiosa para nuestro organismo, ya que mejora el tránsito intestinal y a su vez tiene mayor poder de saciedad a nivel gástrico. Por lo tanto, hace que la persona ingiera menos cantidad de alimento y favorezca el control del apetito en caso de que busque bajar su peso. Además, un mayor consumo de fibras nos ayudará a reducir el riesgo de diabetes y enfermedades cardiovasculares.