Con la intensa lluvia de la semana pasada, varias localidades del Valle de Punilla se vieron fuertemente afectadas, sobre todo La Falda.
El pasado 15 de febrero, una alerta por fuertes tormentas azotó a localidades de Punilla, entre ellas Huerta Grande, Villa Giardino y, principalmente la Falda, en donde se registró una caída de más de 140 milímetros de agua en pocos minutos, causando una gran crecida e inundaciones.
Ante esto, la Fundación para la defensa del ambiente (FUNAM), envió un contundente mensaje donde denuncia el accionar (o inaccionar) del gobierno de Córdoba, y asoció las inundaciones a los incendios históricos que sufrió la provincia el año pasado.
“Inundaciones inéditas en Córdoba» y “Una provincia despedazada ambientalmente”, fueron las principales insignias del comunicado.
FUNAM declaró que el gobierno de Córdoba y muchas municipalidades deben asumir su responsabilidad en la disminuida capacidad serrana para amortiguar lluvias intensas como las ocurridas hace pocos días en el valle de Punilla y otras zonas serranas de Córdoba.
“Córdoba es una de las provincias ambientalmente peor administradas de Argentina,
donde queda menos del 3% de bosque en buen estado de conservación”,
detalló el comunicado.
Ante esto, destacaron que “en muchos lugares se vivieron momentos de pánico”. Y agregaron: “En la zona serrana de la provincia la falta de cobertura de biodiversidad protectora hace que el agua de lluvia corra superficialmente en lugar de penetrar el suelo”.
“Esto fabrica las inundaciones dramáticas de hoy, y las sequías de las vertientes en el próximo invierno”.
El Dr. Raúl Montenegro, Biólogo, indicó que «las 340.000 hectáreas quemadas en la provincia el año pasado, el promedio anual de 6.000 hectáreas desmontadas en 2014-2019, las improvisadas intervenciones viales en zona serrana, la expansión incesante de cultivos industriales y la destrucción de cuencas hídricas definen una realidad de vulnerabilidad extrema”.
En este sentido dijo que “Córdoba enfrenta al mismo tiempo la peor situación ambiental y la menor resistencia socio-ambiental de toda su historia».
«Si el gobernador Juan Schiaretti sigue con su actitud autista de promover obras faraónicas en lugar de proteger las cuencas hídricas y los ambientes nativos, Córdoba quedará cada vez más desprovista de biodiversidad protectora, el Cambio Climático Global aumentará dramáticamente su impacto negativo y se volverá a repetir pero aumentada la tragedia de 2015, cuando las inundaciones en Sierras Chicas provocaron 9 muertes y destruyeron más de 2. 000 viviendas».
Y continuó: «Aunque la vida misma de una provincia depende del funcionamiento de sus cuencas hídricas, en Córdoba los Comités de Cuenca creados por ley siguen siendo cuentos de hadas. Letra muerta”.
“La provincia nunca elaboró un mapa de la biodiversidad territorial
para lograr que zonas marcadas como amarillas en el mapa
de la ley de bosques vuelvan a reconstruir su biodiversidad
para transformarse en rojas. Recordemos que solo las escasas superficies con alta
biodiversidad nativa que todavía quedan pueden ayudar
a reconquistar zonas incendiadas, desmontadas y que fueron cultivos.
Es lo que llamamos ecosucesión secundaria en ecología».
«Lamentablemente el gobernador Juan Schiaretti cree que 340.000 hectáreas incendiadas se recuperan con sus absurdos e irrisorios planes de reforestación de los cuales participan la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la Universidad Nacional de Córdoba, que provee semillas y plantines, y la empresa Biofábrica de Misiones que germina semillas y las devuelve como plantines”, dijo el biólogo.
En este sentido sostuvo que “La mayor parte de esas plantas morirá y nadie sabrá fuera del gobierno quienes estuvieron en este curioso negocio de importar plantas desde Misiones. Urge que la justicia lo investigue».
“Lo que perdimos en una madrugada”
Montenegro indicó que «los ríos desbocados de las sierras ocultan dos hechos que los funcionarios de turno no mencionan. Al simplificarse la biodiversidad de las sierras por fuego, desmontes y deriva de plaguicidas –porque los plaguicidas son un poderoso agente de destrucción de la biodiversidad en Córdoba– los suelos y su microbiodiversidad son arrastrados por el agua de lluvia”.
“Son miles de toneladas de suelo con millones de pequeños seres vivos que deberán ser regenerados en sierras quemadas, algo cada vez más lento y difícil», agregó.
«Esos suelos y su materia orgánica rellenan los cursos de agua y
pequeños embalses, y los lagos artificiales.
Esto aumenta el impacto de futuras crecientes.
Peor aún, esas crecientes violentas empobrecen la
biodiversidad de los escasamente protegidos arroyo y ríos serranos,
que también deben auto reconstruirse”.
El exceso de nutrientes que llegan a los embalses, en especial fósforo y nitrógeno, provocan a su vez floraciones de algas verdeazuladas que liberan toxinas.
“Autovía de montaña y canal Paraná-San Francisco y Córdoba”
Frente a estas obras, el biólogo indicó que «si el gobernador Juan Schiaretti y el Secretario de Ambiente Juan Carlos Scotto siguen sin querer ver lo que le sucede ambientalmente a Punilla y a la provincia, deberemos acudir nuevamente a la justicia”.
“Con el abogado Juan Smith ya tuvimos que denunciar al gobernador por haber demorado el pedido de auxilio a otras provincias para controlar el fuego. Ahora insisten en una nueva traza de la ruta 38 –que de acuerdo al Aviso de Proyecto es ilegal e inviable pues destruiría zonas rojas de bosque, ingresaría ilegalmente a áreas naturales protegidas y supondría la destrucción de valiosos yacimientos arqueológicos”, determinó.
Un Aviso de Proyecto tambièn incompleto, pues no evaluó cómo la nueva traza, junto a su coexistencia con la actual ruta 38, ampliarán en el corto y mediano plazo la destrucción de ambientes nativos hoy protegidos por la distancia a la actual ruta, dijo el profesor.
“En realidad los 100 millones de dólares que cuesta la obra faraónica impulsada por Juan Schiaretti debería asegurar el funcionamiento de las cuencas hídricas porque sin agua tampoco habrá turismo. ¿Lo entenderán? De no ser así. ¿Cuántas crecientes y cuántas muertes deberán ocurrir para que lo entiendan?», señaló.
Finalmente, desde FUNAM sostuvieron que «la deficiente política ambiental de la provincia se apoya en obras faraónicas, algunas de ellas inútiles como el faro del Parque Sarmiento en la capital provincial, o de dudosa necesidad, como el costoso mega puente sobre el lago San Roque”.
Y continúo: “Si los funcionarios no aprenden las lecciones de los ‘rios negros’ de cenizas de las primeras lluvias del año, ni las crecientes brutales de Punilla”, entonces “deberán cargar en sus conciencias con lo que esto provocará”.
Y apuntaron que “quienes más tienen sus puertas abiertas en el gobierno de Córdoba son los grandes exportadores de soja y maíz, y las grandes empresas constructoras”.
“El gobierno se queda con las fotos de grandes obras faraónicas,
y la gente de las sierras, en cambio, debe sufrir los lugares destruidos y
muertes que nunca deberían haber ocurrido,
ni por incendios, ni por crecientes como la de 2015″,
culminó el comunicado.